En nuestra acción educativa tenemos en cuenta un principio básico: la niña o joven, es el centro del proceso educativo y sujeto de la propia formación, necesita ayuda y apoyo en su proceso formativo, interviene activamente de acuerdo con las exigencias propias de la edad, y asume responsabilidades y niveles de participación proporcionados a su capacidad y madurez.
El enfoque holístico humanista que ve el todo en las partes y las partes en el todo, que extiende la mirad, que crea el aprendizaje significativo desde los puntos de referencia significativos en los interlocutores, trabaja en equipo e investiga de forma colaborativa e interdisciplinar.
El enfoque constructivista es el que más se ajusta a nuestra propuesta educativa. Este modelo se sustenta en las siguientes tendencias:
Se complementa con el aporte de las teorías basadas en la ciencia cognitiva y la neurociencia, como:
Partiendo del enfoque holístico humanista, los principios de una educación humanista cristiana, centrada en la persona y de una educación basada en el aprendizaje colaborativo, desarrollamos un modelo de aprendizaje que propicia la relación y el protagonismo de las niñas y jóvenes, mediante la utilización de una serie de métodos y técnicas formativas, interdisciplinarias, globales, dinámicas y participativas que hacen que las niñas y jóvenes vivan experiencias educativas que les permita lograr aprendizajes significativos, funcionales y relevantes.