Testimonios
Ser exalumna de las Hijas de María Auxiliadora y de la casa de Ayacucho, es un don y una gracia que se recibe, por ende, tenemos una marca única que nos hace singulares “buenas cristianas y honradas ciudadanas” siguiendo las huellas de Don Bosco y de Madre Mazzarello.
Somos un movimiento exalumna comprometido, audaz y alegre, siempre bajo los cimientos de la “solidaridad”, de una solidaridad sostenible y consecuente en el tiempo en favor de quienes nos necesitan. Con las Hijas de María Auxiliadora somos el monumento de gratitud en honor a María Auxiliadora.
Me siento feliz, agradecida y bendecida por ser parte de la familia salesiana y expreso mi cariño y agradecimiento a las Hijas de María Auxiliadora porque pavimentaron un camino de fe y comunión, de amor y de valores salesianos - mornesinos en mí y en mi hermosa Angelli, mi hija, también exalumna.
Dejaron una huella que ha marcado de manera profunda la vida de quienes hoy somos profesionales, mujeres líderes comprometidas con resiliencia, actitud y perseverancia, y siempre de la mano de nuestra Madre Auxiliadora.
Consciente de la agradable y encomiable labor que tienen los educadores y como exalumna de la casa salesiana de las hijas de María Auxiliadora en Ayacucho, encaminé mis pasos y mi vocación a la noble labor de formar más niñas y jóvenes en la senda del “buenas cristianas y honradas ciudadanas” como mis padres y mis tres hermanas también educadores de vocación y al servicio de la niñez huamanguina, contribuyendo a dejar las mismas huellas que las hijas de María Auxiliadora sembraron en mí, al estilo salesiano: con la fe, la razón y la amareboleza pilares del sistema preventivo.
Karim Alarcón es una joven salesiana entusiasta y con liderazgo que fue elegida democráticamente a fines del año pasado como alcaldesa general del Colegio Marìa Auxiliadora de Ayacucho, rumbo al centenario, "junto a toda la comunidad Educativa, buscaremos de ser presencia juvenil, que contagie paz, vida y alegría”.
Matriculé a mi hija en la prestigiosa institución educativa María Auxiliadora de Ayacucho, no solo por tradición familiar sino también por convicción y formación personal, religiosa y pedagógica con valores y respeto a la sociedad donde nos desempeñamos, sumado a la formación familiar acorde al pensamiento salesiano sé que lograremos de nuestra hija una ciudadana comprendida con el desarrollo de su región, familia y comunidad religiosa, llena de principios y horizonte de bien que aporte a una sociedad difícil y de injusticias.
